
En este disco las letras siguen la línea de los anteriores y son en ocasiones crípticas, pero quizás algo menos que otras veces. Y muy políticas, esto sí. Así, el primer tema, el potente "Al lodo brillo", se entiende bastante a la primera, igual que el trallazo que le sigue "Vergüenza torera", en el que resume la situación actual así:
Qué pena, qué frustración, qué triste porvenir
Serena desilusión, que mierda de país
En este tema, el solo comienza con un soniquete muy taurino que ya usó en "El oportunista" de Leño. El siguiente tema es el medio-tiempo "Y venga vueltas", también actual y que tiene un solo muy interesante. En el siguiente, "Haciendo cábalas", Rosendo se disfraza de Angus Young y nos lanza un riff digno de AC/DC en sus mejores tiempos. Es un tema autobiográfico:
No podré presumir de potente financiero
Aunque he de reconocer que trabajo por dinero
Y puedo decir que sí, que me siento un hombre entero
"Autócratas" es una especie de balada que sirve como preámbulo a una pequeña joya con letra escrita por su hijo Rodrigo Mercado, que anteriormente ya había colaborado con su padre. Se trata de "A remar", un tema lento con sección de cuerda que en un principio choca y parece que no pegue mucho en un disco de Rosendo, pero que con las escuchas "va creciendo en uno", que dirían los anglosajones. Otra de las joyas del disco es "Muele la muela", una pieza potente con cambios de ritmo marca de la casa y mensaje bien claro al final: ¡viva la revolución! Rosendo es de los pocos artistas capaz de combinar en un mismo tema términos como marchamo, caletre, petimetre o erudición (he tenido que mirar alguno en el diccionario para saber lo que significa, la verdad) y lanzar al tiempo un mensaje tan directo.
Los dos temas siguientes "Delirio" y el lento "Dubitando", la verdad es que me suenan un poco a relleno, aunque sus letras algo crípticas te dejan pensando. Pero el siguiente, "Cuándo", es un trallazo de tema alegre y desenfadado (y en ocasiones hasta cursi) con un riff y un estribillo muy pegadizos. Espero que lo incluya en los setlists de sus próximos conciertos porque creo que funcionaría muy bien. El disco se cierra con "Ni fu, ni fa", otro tema en el que parece hablar de sus intenciones futuras:
Y así comido por servido
Me iré sin hacerme notar
Como si no hubiera venido
Me iré sin hacerme notar
No podré presumir de potente financiero
Aunque he de reconocer que trabajo por dinero
Y puedo decir que sí, que me siento un hombre entero
"Autócratas" es una especie de balada que sirve como preámbulo a una pequeña joya con letra escrita por su hijo Rodrigo Mercado, que anteriormente ya había colaborado con su padre. Se trata de "A remar", un tema lento con sección de cuerda que en un principio choca y parece que no pegue mucho en un disco de Rosendo, pero que con las escuchas "va creciendo en uno", que dirían los anglosajones. Otra de las joyas del disco es "Muele la muela", una pieza potente con cambios de ritmo marca de la casa y mensaje bien claro al final: ¡viva la revolución! Rosendo es de los pocos artistas capaz de combinar en un mismo tema términos como marchamo, caletre, petimetre o erudición (he tenido que mirar alguno en el diccionario para saber lo que significa, la verdad) y lanzar al tiempo un mensaje tan directo.
Los dos temas siguientes "Delirio" y el lento "Dubitando", la verdad es que me suenan un poco a relleno, aunque sus letras algo crípticas te dejan pensando. Pero el siguiente, "Cuándo", es un trallazo de tema alegre y desenfadado (y en ocasiones hasta cursi) con un riff y un estribillo muy pegadizos. Espero que lo incluya en los setlists de sus próximos conciertos porque creo que funcionaría muy bien. El disco se cierra con "Ni fu, ni fa", otro tema en el que parece hablar de sus intenciones futuras:
Y así comido por servido
Me iré sin hacerme notar
Como si no hubiera venido
Me iré sin hacerme notar
En definitiva, es un disco que sigue la línea de los anteriores y mantiene la calidad que nos viene dando hasta ahora el maestro, tanto a nivel de letras como de música (algunos solos son realmente épicos). ¡Y que siga así muchos años!
Salu2, Paco.