jueves, 30 de octubre de 2008

Novedades discográficas

En los últimos meses 3 de mis bandas favoritas (Judas Priest, Metallica y AC/DC) han lanzado sus nuevos y esperados trabajos discográficos. Voy a hacer un repaso de cada uno de ellos:


"Nostradamus" - Judas Priest

Efectivamente, tal y como nos anunciaron hace tiempo, el nuevo disco de estudio de los Judas habla sobre Rappel. Jejeje, es broma, se trata de una obra conceptual sobre la vida de Michel de Nôtre-Dame, Nostradamus para los colegas. Seguro que habéis oído hablar de sus profecías y de cómo -según los más crédulos, no yo desde luego- van cumpliéndose con el paso de los siglos. Viéndolo desde la perspectiva de un descreído como yo, es como si dentro de 5 siglos una banda de rock (sí amigos, porque dentro de 5 siglos seguirá existiendo el rock... espero) hiciera un disco sobre la vida de Aramis Fuster. Salvando las distancias, claro...

Musicalmente este doble álbum me ha costado asimilarlo, la verdad. No es el clásico "Painkiller", "Screaming for vengeance" o "Killing machine", si acaso se acerca más al "Sad wings of destiny" por la inclusión de temas interrelacionados entre sí, los teclados y cuerdas y las intros. Porque otra cosa no, pero teclados, cuerdas e intros tiene para aburrir: prácticamente cada tema "convencional" tiene su introducción y sus arreglos de violines, piano o sintetizador, por ejemplo. Eso sí, todo muy calculado y justificado bajo mi punto de vista.

También predominan los medios tiempos bien ambientados ("War" incluye choques de espadas) y baladas, algunas preciosas, como "Lost love", "Alone" o la increible "New beginnings", aunque también hay espacio para la caña al más puro estilo Judas, como en "Pestilence and plague" con su estribillo en italiano, "Persecution" o el tema-título "Nostradamus", con intro operística de Halford.

Respecto a la banda, Rob es el protagonista del disco sin lugar a dudas, y da la sensación de haberse metido en el papel de Nostradamus a fondo. En cuanto a su voz, consciente de sus limitaciones en cuanto a agudos, recurre al falsete en muy pocas ocasiones y en general está bastante comedido. El resto, en su línea: las guitarras de Tipton y Downing cumplen a la perfección (aunque compiten con teclados y cuerdas por llevar la melodía), añadiendo color con acústicas en varios temas, y la base rítmica de Ian Hill y Scott Travis marca el ritmo con precisión, como siempre. En definitiva es un buen disco, no es el convencional álbum de Judas Priest, pero con unas pocas escuchas acaba entrando.


"Death magnetic" - Metallica

Voy a ser poco original y a decir lo mismo que ha dicho muchos fans al escucharlo: "¡Ya era hora, coño!". 17 años después de su último álbum decente y tras decepciones como "Load", "Reload" y el infumable "St. Anger", los cuatro jinetes de San Francisco han vuelto a hacer aquello por lo que se coronaron como dioses del metal en los 80: caña, caña y caña. No, este disco no es un "Master of puppets" o un "Kill'em all", pero tiene muchas más similitudes con aquellos que con los truños antes mencionados.

De entrada hay que destacar que Kirk Hammet vuelve a hacer solos de guitarra tras el "castigo" impuesto en "St. Anger", y el hombre se queda agusto, porque algunos son bien largos (véase "The day that never comes"). Realmente se le echaba en falta, ya que era un rasgo distintivo de Metallica (los pirupirus de Kirk digo) que se había perdido. Por otra parte, Lars Ulrich vuelve a usar una batería convencional en lugar de un juego de cacerolas Moulinex, lo cual es de agradecer también. Bromas aparte, hay momentos en los que toca realmente bien, casi como en su mejor época. Y James Hetfield ya no suelta gallos, pero canta con gran agresividad y fuerza. Robert Trujillo muy bien, gracias, esta vez se oye su instrumento...

En cuanto a los temas, pues son 10, muy largos la mayoría (el brillante instrumental "Suicide and redemption" dura ¡10 minutos!), pero en la línea de los clásicos Metallica, con largas intros instrumentales como la de la colosal "All nightmare long", un temazo al estilo de "Disposable heroes" o "Damage Inc.". Otros me evocan más al "Black album", como "Cyanide", con un estribillo muy pegadizo (pocos estribillos, por cierto) o "The unforgiven III", aunque esta tercera parte para mi gusto es muy buena, e incluye arreglos sinfónicos muy acertados. Luego tenemos el single "The day that never comes", tema con estructura parecida a "Welcome home (Sanitarium)" o "Fade to black", es decir, va de arpeggios y balada a caña pura y dura.

Lo dicho, para mi este es un gran disco de una gran banda que nos ha castigado durante 3 lustros, pero que vuelve a trallar como antaño.


"Black ice" - AC/DC

Ya sabéis lo que dicen de AC/DC: que siempre hacen el mismo disco, que componen sus temas usando sólo tienen 3 acordes, que están viejos, etc. Y es cierto... pero no tanto, sobretodo lo primero: comparad "Dirty deeds done dirt cheap" con "Ballbreaker", o "Stiff upper lip" con "Highway to hell" y veréis que son bastante diferentes, quitando que son interpretados por distintos cantantes, claro. Bien, pues este LP tiene algunos elementos para tapar la boca a los que afirman tal hecho...

Para empezar, hay algunos temas que para mi gusto no tienen mucho que ver con lo que llevan haciendo desde el 74. Por ejemplo, "Anything goes", un tema blandito y nada estándar para los AC/DC en el que Brian canta muy alto... demasiado, sospechosamente, pero que les ha quedado realmente bien. Otro sería "Stormy may day", una canción bluesera en la que por primera vez Angus se atreve a tocar con slide, de forma bastante normalita, por cierto. O "Rock and roll dream", un tema con un rollo Bad Company muy bien cantado por Jonna, en el que tiene cierto protagonismo Phil Rudd a las baquetas. Y sinceramente, me gustan estas "innovaciones".

Luego tenemos temas más clásicos, como el single "Rock and roll train" (aunque yo diría que el estribillo dice 'runaway train', pero bueno), la pegadiza "Big Jack", la marchosa "Wheels" (con un riff que me recuerda al de "Have a drink on me") o el cañero tema-título "Black ice", cuyo riff tuve durante varios días anclado en la cocorota de lo que me gustó.

Peeeero... tiene un par de puntos negros importantes: a) hay mucho relleno, porque este disco tiene demasiados temas para mi gusto siendo un LP de AC/DC, y si le hubieran quitado 4 ó incluso 5 sería más bueno; y b) Angus toca pocos solos "estándar" y es difícil, después de varias escuchas, recordar alguno realmente memorable. Una pena, porque el pequeño de los Young nos tenía acostumbrados a grandes momentos de lucimiento sobre el mástil de su SG que parecen cosa del pasado. Sin estas dos manchas creo que sería un gran disco, que aún así me gusta más que sus dos predecesores, ya que las "novedades" compensan algo estos fallos.


Salu2, Paco.

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