martes, 13 de octubre de 2009

El fin de los pioneros del rock and roll (2 de 2)

Prosigo con mi macabro viaje por las desdichas que terminaron o mermaron las carreras de las primeras estrellas del estilo musical del siglo XX, el rock and roll.

Los tres siguientes desaparecieron a la vez en la misma avioneta que se estrelló en Iowa el 3 de febrero de 1959 mientras sus bandas estaban de gira conjunta por los EE.UU. (era habitual en aquella época el hacer en una noche cortos conciertos seguidos de varias estrellas que giraban juntas), en aquel que algunos llaman "el día en que murió la música". El más joven era Ritchie Valens, el intérprete de la archiconocida "La Bamba" y pionero también del rock latino, que falleció con tan solo 17 años. Valens tuvo la "mala buena suerte" de ganarle el puesto en el viaje al guitarrista Tommy Allsup en un sorteo a cara o cruz. Además, tenía miedo a volar tras el choque de dos aviones sobre su colegio un par de años antes, pero eso no le libró de su fatídico final.
Gracias a Valens posteriormente surgió gente como Santana... d'oh!

Con Valens iba Buddy Holly, el tejano cuya clásica imagen era la del chaval con gafas y cara de niño bueno con una Strato colgada de los hombros, que en su corta carrera y acompañado de The Crickets, nos dejó inolvidables temas como "That'll be the day", "Peggy Sue", "Maybe baby" o "Not fade away". Su pérdida nos deja una incógnita similar a la que nos dejó Hendrix en su día, ya que muchos temas de Holly eran realmente innovadores y quién sabe qué joyas hubiese podido escribir de no habernos dejado. El último y menos conocido de este trío era The Big Bopper. De hecho he revisado su -escasa- discografía y no reconozco ningún tema, aunque parece que "Chantilly lace" fue su mayor éxito.
Buddy Holly con su stratocaster, su jersei y sus gafas de pasta.

Unos meses después, en diciembre del 59, el que para mi es el rey del rock clásico, Chuck Berry, caería también en desgracia. Berry siempre ha tenido fama de pesetero y negociante, y procuró invertir sus ganancias de la música en otros negocios. Por aquel entonces regentaba un club en Saint Louis, y según se cuenta se trajo al mismo a una chica medio apache desde México para que trabajara en el guardarropa, a la que la policía pilló ejerciendo la prostitución en un club de alterne. La joven resultó tener 14 años y acusó a Chuck de ser su "chulo", y tras el juicio pasó por segunda vez en su vida por prisión (la primera fue en los 40), acusado de trata de blancas. Al recuperar la libertad en 1963 se encontró con que grupos de la ola británica como The Beatles o The Rolling Stones lo veneraban y versioneaban temas suyos, lo que le ayudó a recuperar su estatus.
Berry haciendo su clásico "duck walk".

El que no tuvo oportunidad de recuperar su fama fue el bueno de Eddie Cochran. El guitarrista y cantante, autor de clásicos como "C'mon everybody", "Somethin' else" o "Summertime blues". y venerado por Brian Setzer entre otros, falleció el 17 de abril de 1960 en Inglatera tras sufrir un grave accidente de tráfico, mientras se encontraba de gira por aquellas tierras. La influencia de Cochran se puede notar en artistas posteriores como el propio Setzer, The Who, Led Zeppelin e incluso Sex Pistols, grupos que han dejado grabadas versiones de algunos de sus temas. Curiosamente, en el accidente que sesgó la vida a Cochran, otro artista volvió a nacer: Gene Vincent. De ese accidente, el escritor de "Be-bop-a-lula" se llevó una cojera permanente y un serio varapalo a su carrera.
Cochran y Vincent.

Por último, mención especial a un artista que plasmó en un disco lo que se llamaría rock and roll un tiempo antes que los personajes de los que he hablado antes: Bill Haley. Curiosamente su éxito duró hasta que Elvis y compañía aparecieron en escena: Haley no era ni joven (30 años en 1955 contra los 20 de Elvis o los 19 de Berry, por ejemplo), ni guapo, ni parecía albergar la imagen de rebelde que los demás poseían (por entonces incluso era padre de un par de críos), y todo ello contribuyó a que quedara en segundo plano, aunque años después tuvo éxito cuando llegó esa cosa llamada twist...
Haley fue de los primeros en comprobar en sus carnes la cruel realidad de la incipiente música comercial: por muy bueno que seas, si tu imagen no te acompaña, malament...

Como decía en el primer artículo, si se juntan todas estas desapariciones, puede llegar a parecer que una conspiración anti-rockera barrió este primigenio estilo deliberadamente (de hecho fue mal visto inicialmente por el poder al incitar a cierta rebeldía), pero no creo que haya teoría más lejana de la realidad, y es que todo fue pura coincidencia...


Salu2, Paco.