lunes, 25 de agosto de 2014

Estambul 2014


Hace unos días pasé una semanita en Estambul con mi pareja. Tras elegir las fechas del viaje, nos preocupaba que coincidieran con los últimos días del Ramadán (llamadme ignorante), pero después de consultar algunas páginas sobre el tema y de hablar con gente que lo había vivido como visitante, y ver que todo eran recomendaciones positivas, decidimos visitar la ciudad en unas fechas tan importantes para el mundo islámico. Y ciertamente ha sido positivo, aunque nos ha proporcionado un pequeño contratiempo que comentaré luego. 


Comenzamos la visita paseando por la zona de Sultanahmet, en la que se hallan las principales atracciones de la ciudad como Santa Sofía, la Mezquita Azul, la Mezquita de Suleymaniyé o el impresionante Palacio de Topkapi. La concentración de puntos de interés en esta zona es tal que podrías pegarte días sin salir de ella yendo de monumento en monumento. Pero para tener una perspectiva más completa de la ciudad, tardamos poco en cruzar el Puente Gálata sobre el Bósforo para subir a la Torre Gálata y contemplar sus orillas europea y asiática desde un punto privilegiado.


Recorrer el Palacio Topkapi, residencia de los sultanes durante siglos y situada en el Parque Gülhane, nos tomó cerca de 4 horas. Es un palacio muy grande y bonito en el que podemos ver -supuestas- reliquias de Mahoma como la huella de su pisada en piedra o pelos de su barba, los tesoros de los sultanes, sus salones, jardines y piscinas, y el harén, en el que las concubinas del sultán luchaban por ser la favorita del mismo. En el mismo parque se halla el Museo Arqueológico, que alberga parte de la puerta mesopotámica de Ishtar que ya vimos en Berlín hace un par de años, y un supuesto sarcófago de Alejandro Magno, no visible por restauración. Cerca de Santa Sofía se encuentra la Basílica Cisterna, un antiguo templo cristiano convertido en inmenso aljibe por los sultanes, que tiene como máximo reclamo un par de columnas cuyo pie es la cabeza del ser mitológico Medusa.


Pero si hay un templo que uno no se puede perder en Estambul es Santa Sofía (Aya Sofia para los turcos). Primero fue basílica cuando así la construyeron los romanos en el S.VI, después mezquita al ser conquistada por el Imperio Otomano a mediados del XV y desde la época de Atatürk en los años 1920-30, museo. Resulta impresionante por su belleza, pero sobre todo por su tamaño dada la época de su construcción. Enfrente y cruzando la Plaza Sultanahmet tenemos la Mezquita Azul, otro templo también impresionante, pero menos para mi gusto. Sobre las mezquitas, decir que todas las que visitamos tenían un estilo muy similar entre sí, por lo que vista una... Ese mismo día vimos el bazar de las especias, un mercadillo en el que se puede comprar desde ropa a comida, pasando por juguetes, relojes de "primeras marcas" (=falsos), etc.


Si vas a Estambul y no has ido nunca a Asia (como era mi caso), puedes coger un ferry o un metro como hicimos nosotros y plantarte en el continente de al lado para poder contarlo. Nosotros aprovechamos para callejear por esa parte de la ciudad. De nuevo en Europa recorrimos la calle Istiklal (muy comercial), cruzamos la Plaza Taksim, que es una gran explanada con un parque cuyos árboles proporcionan una más que necesaria sombra, y cuya pretendida destrucción provocó merecidas protestas hace pocos años y visitamos una iglesia ortodoxa y otra católica (San Antonio de Padua).


En Estambul se haya uno de los lugares santos para el Islam que podría equivaler a la tumba de algún apóstol, como es la Mezquita Eyüp, edificada donde se halló la tumba del último discípulo de Mahoma, que pudimos visitar. Después subimos al mirador Pierre Loti, admiramos el Cuerno de Oro, bajamos en teleférico y llegamos en taxi (tras un sablazo de 5 liras) a la Iglesia de San Salvador, hoy museo. Posteriormente vimos un tramo de murallas y restos de un acueducto romano y callejeamos por el barrio, como casi todos los días, para terminar la tarde en el Parque Gülhane que rodea Topkapi.


Y cómo no, no podíamos dejar Estambul sin visitar un baño turco. Muy relajante, pero si tenéis problemas de espalda, cuidado. Y entonces llegó un pequeño contratiempo: los últimos días del Ramadán muchos establecimientos comerciales cierran, entre ellos el Gran Bazar. Nosotros dejamos su visita para los últimos días y por esto nos quedamos sin verlo. Una pena. Luego cogimos el ferry para ir a la Isla Büyükada, que forma parte de las Islas Príncipe. Un lugar con playas, yates, apartamentos y mansiones cerca del mar, y paseos en caballo, todo muy turístico, pero que se puede recorrer en unas pocas horas.


El último día visitamos el Palacio Dolmabahçe, donde vivieron algunos sultanes y donde murió Mustafá Kemal "Atatürk", el Padre de la Patria Turca y hombre que revolucionó y modernizó el país al llegar al poder en 1923. Es un palacio muy bonito en el que no dejan hacer fotos de sus interiores, y que tiene numerosas galerías de cuadros pertenecientes a sus poderosos ocupantes.


Aquí tenéis un enlace al resto de fotos del viaje en formato de galería de Picasa.


Salu2, Paco.

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