sábado, 29 de noviembre de 2008

Mis 10 discos imprescindibles: "Delta Blues Vol.2", Robert Johnson (1990)

¿Habéis oído hablar del "club de los 27" en el rock? Son artistas que murieron prematuramente a los 27 años. Los más famosos son los archiconocidos Jimi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin, Brian Jones y Kurt Cobain. Los 4 primeros palmaron entre el 69 y el 71, y Cobain se unió a la funesta banda en 1994. Pero años antes que ellos, unas cuantas décadas de hecho, hubo un personaje que falleció también con 27 y que influyó decididamente -junto con otros contemporáneos suyos, todo sea dicho- en casi toda la música popular nacida durante los últimos 80 años. Se trata del bluesman Robert Johnson.

Esta es una de las 2 fotos conservadas de Robert Johnson...

Si habéis oído alguna vez la leyenda de un bluesman que, durante una oscura noche en un cruce de caminos del estado de Misisipi vendió su alma al diablo a cambio de dominar la guitarra de blues, dicha leyenda se formó entorno a Robert Johnson. Cuentan que a principios de los 30 Johnson era un aspirante a bluesman mediocre que trataba de lucirse, con más pena que gloria, durante los descansos de las actuaciones de estrellas del blues de la época como Son House y otros, y éstos tenían que echarle del escenario casi a patadas por lo malo que era.

Pero un día Robert Johnson desapareció del mapa de repente y volvió al cabo de casi un año convertido en un as de la guitarra. Los que lo habían oído tocar antes no daban crédito, no entendían como un paquete musical como él había evolucionado tanto en tan poco tiempo. Y se formó la leyenda del cruce de caminos, el diablo y bla,bla,bla... Leyenda que en pleno siglo XXI resulta inverosímil (bueno, para todos salvo para Íker Jiménez). Posiblemente Johnson viajara algún sitio donde pasara desapercibido para recibir clases privadas de guitarra, o que fuera un autodidacta que se encerró en casa practicando sobre discos de piedra, a saber...

...y esta es la otra.

El caso es que su leyenda, y sobretodo su obra, han influido a generaciones de músicos posteriores. Gente como Eric Clapton, Peter Green, Led Zeppelin, Jimi Hendrix, Rolling Stones, Johnny Winter, Ry Cooder o Bob Dylan ha confesado en algún momento su admiración por Johnson, versioneando temas suyos o incluso dedicándole álbumes completos. Y eso que no dejó mucho en este mundo: sólo hay 2 fotos suyas, grabó 29 temas (de algunos varias versiones) y su muerte también fue enigmática (posiblemente envenenado por algún marido cornudo).

La tumba de Robert Johnson, en ella se lee "Descansando en el Blues".

Sobre el disco, contiene temas registrados entre 1936 y 1937, en mono de calidad mejorable, y sólo se oye la voz de Robert Johnson y su virtuosa guitarra acústica. Nada más. Voz y guitarra. Punto. ¡Pero qué forma de tocar la guitarra! Dicen que la primera vez que Keith Richards oyó un disco suyo preguntó por segundo guitarra, ya que no se creía que tal música fuera interpretada por una sola persona. Johnson tocaba el ritmo de bajo sobre las primeras cuerdas con el pulgar de la mano derecha, y con los dedos índice y corazón tocaba la parte rítmica o punteos, y todo eso a la vez y sin fallar una nota. Todo un virtuoso, vamos.

Este disco es la segunda parte de un recopilatorio, y contiene temas como "Stop breakin' down blues" o "Love in vain", que posteriormente versionarían los Rolling Stones. También contiene estándares de blues del delta como "Kind hearted woman blues", "I'm a steady rollin' man" o "Phonograph blues", y clásicos versionados hasta la saciedad tanto por músicos de blues como de rock, como "I believe I'll dust my broom" (bajo el título "Dust my broom", gente como Elmore James, los Fleetwood Mac de Peter Green o Howlin' Wolf han hecho grandes versiones) o el himno del blues "Sweet home Chicago" (Clapton, Blues Brothers o Canned Heat por poner tres ejemplos).


Johnson también dominaba el slide, y en "I believe I'll dust my broom" o la rápida "Preachin' blues" tenemos pruebas de ello. Y del mismo modo se defendía en el ragtime, como se comprueba en el divertido y cachondo "They're red hot". Respecto a las letras, son trabajadas y hablan de los clásicos temas del blues tradicional, como son las mujeres, el alcohol, las mujeres, la tristeza, las mujeres, el sexo con mujeres, más mujeres... Muy variado como veis, pero eso sí, todo interpretado con mucho feeling y las dosis de emoción necesarias en cada momento, porque Robert Johnson también era un gran cantante.

Y por supuesto, el diablo está presente, al igual que en algún que otro tema más no incluido en este disco: en "Preachin' the blues", tema que tiene como subtítulo "Up jumped the devil" (algo así como "saltó el diablo"), Johnson dice estas enigmáticas frases:
"Well, the blues
is a schin' old heart disease
(hablado): Do it. Now.
You gon' do it?
Tell me about it."

Queridos amigos de la nave del misterio, ¿qué significarán esas palabras "Hazlo. Ahora. ¿Vas a hacerlo? Háblame de ello."? ¿Acaso no es el demonio quien habla por voz de Robert Johnson y nos incita a hacer maldades? ¿No estaría Johnson imitando a Ben Stiller en la peli "Starsky&Hutch" con 72 años de antelación, mostrando al mundo sus poderes adivinatorios, cual Nostradamus? ¿Alguien me pasa una china para fumarme otro canuto? En fins...

Dado que de Johnson no hay ningún vídeo, os dejo algo que he encontrado por YouTube. Se trata de una parte de un corto que sirvió como tesis de fin de carrera a un estudiante norteamericano. En él cuenta su historia vista por Son House. En el corte que os pongo se cuenta el regreso de Johnson a un show de Son House y Willie Brown, convertido ya en un as del blues. Os recomiendo que veais las demás partes, es muy interesante:




Salu2, Paco.

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