miércoles, 24 de julio de 2013

Amsterdam-Bruselas 2013 (I)

Hace unos días estuve por Ámsterdam y Bruselas y alrededores de estas ciudades con mi pareja. En Países Bajos encontré lo que me esperaba, es decir, un país bonito y ordenado resumiéndolo mucho, pero Bélgica fue un poco decepcionante, principalmente por la suciedad y por muchas cosas que no funcionan como deberían funcionar en un país que alberga una de las capitales de Europa. Pero esto lo explicaré en el siguiente artículo.

Ámsterdam.

Centrándome en Ámsterdam y Países Bajos, lo que primero que corroboré es que la bicicleta es el rey, junto con los canales, de las ciudades que vimos, que fueron la propia capital, Haarlem y Utrecht. Las ciudades están diseñadas para las bicis. Hay párkings con miles de bicis, carriles bici tanto en el centro histórico como barrios más externos y muchos talleres de reparación de estos vehículos. Y se nota en el ruido y la polución, más bajos que por aquí. Al cruzar las calles, al principio hay que ir con mucho cuidado (hay ciclistas que parecen estar haciendo una crono del Tour, y aparte está el TRAM, el Bus y el tráfico privado), pero controlan más de lo que parece. Moverse por la ciudad es fácil usando el transporte público.

Ámsterdam.

Los Países Bajos son, como dice mi padre, una postal tras otra. Vayas donde vayas encuentras zonas verdes (normal con lo que llueve allí) con parques muy frondosos, pero también bonitos edificios. Las catedrales protestantes no son tan bonitas (ni por dentro ni por fuera) como las católicas, debido a su falta de decoración ostentosa principalmente, pero las hay muy interesantes. Las 3 ciudades que vimos estaban surcadas por canales, y en ellos mucha gente vive, se transporta y hace negocio con los tours turísticos. Y en los canales hay tanto puentes de piedra como móviles e incluso molinos usados antiguamente para drenar agua -aunque cada vez quedan menos- que vale la pena ver.

Ámsterdam.

Visitamos algunos museos con el de Van Gogh, el Rijksmuseeum (caros pero interesantes) o el Museo del Sexo, muy centrado en artilugios sexuales y pornografía a lo largo de la historia, así como la Casa de Ana Frank y alguna que otra iglesia. El problema de ver museos e instalaciones similares en Ámsterdam -aparte de su precio- es el horario: la mayoría abren de 10h a 17h, lo que limita mucho lo que ver en un día y te obliga a filtrar (nos perdimos la Casa de Rembrandt por este motivo) y a pegarte largos paseos el resto de la jornada. Afortunadamente, la ciudad tiene muchas cosas para ver desde fuera y no te aburres. Como los canales y los barcos que los navegan, algunos molinos, y sobretodo sus peculiares casas. Vale la pena fijarse en ellas mientras se pasea, en sus fachadas, escudos, detalles, y lo torcidas que están algunas por cierto. Además, muchas de ellas están inclinadas hacia adelante, lo que evita rascar la fachada cuando se suben muebles por la polea que casi todas tienen en lo alto de su fachada. Edificios como la Bolsa, el Palacio Real o la Estación Central también merecen atención.

Utrecht.

También pasamos por el Barrio Rojo, en el que prostitutas se exponen en escaparates decorados por neones rojos y negocian tras el cristal el precio del servicio con los clientes que pasan, la mayoría borrachos y maleducados (y extranjeros). Para el visitante desacostumbrado como yo puede resultar chocante ver prostitutas expuestas como trozos de carne, pero lo cierto es que allí es una actividad legal y muy regulada. Y ya que estábamos allí, entramos en un coffee-shop en el que probé un "pastelito de la risa" (no fumo, así que era la manera más adecuada que se me ocurrió de probar el hachís). Para resumirlo mucho diré que no estoy hecho para las drogas (o al revés). Demasiada pérdida de control, pero por otro lado entiendo que mucha gente busca eso y lo consigue.

Barrio Rojo de Ámsterdam.

Respecto a los holandeses, la mayoría son muy amables, casi todos hablan perfecto inglés y es algo de agradecer porque el neerlandés tiene miga, son más altos que nosotros (esto ya me pasó en Alemania el año pasado, con mi 1,81 tenía cierto complejo de canijo) y el tema de la integración racial lo llevan muy bien, o al menos es lo que parece desde fuera.

Molino en Ámsterdam.

El resto de fotos las tenéis aquí. En otro capítulo hablaré de Bélgica...


Salu2, Paco.

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