martes, 18 de marzo de 2008

Mis 10 discos imprescindibles: "Toys In The Attic", Aerosmith (1975)

Cuando empecé esta sección tenía pensado comentar a lo sumo un LP por banda, pero llegando a la que podría decir que es mi banda favorita, me empiezo a arrepentir... Porque elegir entre los que para mí son sus 3 mejores álbumes como "Toys In The Attic", "Rocks" y "Pump" es como tener que elegir entre tu padre, tu madre, y... no sé, ese abuelo o abuela entrañable que todos hemos tenido en nuestras vidas.

Finalmente me he decantado por "Toys In The Attic", realmente es que más me gusta de los 3, aunque sea por la mínima. Aerosmith están considerados como pioneros del rock duro yanqui junto con gente como Grand Funk Railroad, Blue Cheer, New York Dolls o Ted Nugent entre otros, y con este álbum se consagran en los EE.UU. Acusados de ser un calco de los Rolling Stones en sus comienzos (tienen ciertas similitudes estéticas y musicales como muchos grupos de la época, pero ahí se acaba todo), aquí demuestran que son una banda con estilo propio. Es un LP plagado de clásicos potenciados por la producción de Jack Douglas, artífice del sonido que caracterizó a Aerosmith durante los 70.


Hablando ya del disco, abre con el potente clásico "Toys in the attic", un tema rápido cuyo riff principal pareció inspirar, bajo mi punto de vista, a Miguel Ríos en su "Bienvenidos". La letra es algo enigmática (traducción Made in PakoRock) pero no empaña en absoluto la pista:

"Luces, voces, gritos en el desván,
No se ve nada, el sueño es real.

Deja atrás las cosas reales, deja las cosas que quieres mentalmente.
Todas las cosas que aprendiste de los miedos, no se deja nada para los años."

Toda la velocidad con la que arranca "Toys" se frena con el medio tiempo "Uncle Salty", un tema que habla de abusos infantiles. Aerosmith no es conocido precisamente por tocar temas sociales en sus letras, más bien al contrario -sus temas favoritos son el sexo, el sexo y... eso que da tanto gustito, ya sabéis...-, pero curiosamente dos de sus temas más comprometidos hablan del abuso infantil (el otro es el archiconocido "Janie's got a gun" del "Pump").

Pasado el mensaje trascendente, volvemos al rock marchoso, macarra y algo stoniano con "Addam's Apple", o "La manzana de Adán", vamos, que es de lo que habla la canción pero en términos menos... religiosos. Y tras repasar el Antiguo Testamento, llega "Walk this way", con uno de los riffs más famosos del rock y unas letras en la línea de Aerosmith: cachondas, sexys e intrascendentes, pero divertidas. Y de paso meten algunos de los primeros "rapeos" o "proto-rapeos" de la música. De hecho, años más tarde volverían a grabar el tema junto con los raperos Run-DMC, relanzando su carrera.


Al ser un LP, tenía cara A y B, y la A se cerraba con "Big ten inch record", uséase "Gran disco de 25 centímetros" (como queriendo decir sin decirlo, ya sabéis a qué se refieren los 25, ¿no? ¿en serio? ¿habéis oído hablar de un tal Rocco Sifredi? pues eso). Es una versión de Dr. Demento, una antigua banda de blues. En este tema dicen que Steven Tyler pronuncia "except for my big ten inch" como "suck my big...", aunque él siempre lo ha negado...

La cara B arranca, inexplicablemente, con "Sweet emotion", todo un temazo que podría estar perfectamente en la cara A. Abre con una línea de bajo made in Tom Hamilton, al poco entra la guitarra de Joe "Fuckin'" Perry pasada por el talk vox -un trasto que mezcla el sonido de la guitarra con el aire que sale de la boca recogido por un tubo-, todo envuelto por los coros doblados por Steven Tyler que desembocan en un gran riff principal. El tema acaba con un gran solo con wah-wah de Perry. La letra es una típica historia de groupies. El siguiente corte es "No more, no more", una pista marchosa y un pelín popera que trata sobre la vida en una banda de rock, y que termina con otro largo e inspirado solo de Joe Perry.

En la recta final del álbum encontramos "Round and round", un tema más que similar al "When the levee breaks" de Led Zeppelin. Los parecidos son más que notables entre ambos lentos y pesados temas, la verdad, y denota que la banda también estaba influida por los de Page, Plant & cía. Y como era costumbre afortunadamente en aquella época en muchos discos de los bostonianos, la balada se dejaba para el final del disco: "You see me crying", un bonito y lacrimógeno tema en el que la banda es arropada por cuerdas y vientos.

Tras "Toys In The Attic" vendría el no menos poderoso "Rocks", y después la vorágine de giras, drogas -demasiadas-, piques internos, y en pequeña medida su incapacidad para triunfar en Europa, nos traería dos álbumes menores y la separación y sustitución de los guitarristas por dos casi desconocidos. Por fortuna, a mediados de la década siguiente, la banda se reúne, se reinventa con la ayuda de algunos letristas de éxito y vuelve a triunfar... al menos durante unos cuantos años. Como es costumbre, os dejo con el videoclip de "Sweet emotion" rodado para el lanzamiento de la caja "Pandora's Box":



Salu2, Paco.

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