sábado, 9 de enero de 2010

Barcelona 2010

He estado unos días de enero en Barcelona, mi ciudad natal, y he aprovechado para ir a algunos de los sitios que solía visitar con mis padres de crío. También he visto en el Camp Nou un par de partidos del Barça, contra el Vila-real en Liga y contra el Sevilla en Copa del Rey, pero no le he dado buena suerte precisamente (1-1 y 1-2 respectivamente).

Laberinto de cipreses en el Parc Laberint.

Uno de los sitios a los que fui de cabeza, y aprovechando que los domingos no cobran por entrar (antes era gratuito), es el Parque Laberinto. Es mi parque favorito de Barcelona, más que el Parque Güell de Gaudí, que por lo que me han contado está ahora muy masificado y convertido en un gran top manta, así que lo evité. El volver a perderme en el laberinto de cipreses, en el bosque y sus jardines me trajo recuerdos muy gratos. Es un lugar con historia que se empezó a construir en el siglo XVIII que os recomiendo, y si queréis ir en transporte público podéis llegar mediante la línea 3 del metro, parada Montbau.

La Catedral en obras.

También visité la Catedral, estos días en obras. Es un templo de estilo gótico impresionante. Recorrí las Ramblas y comprobé que más o menos está todo igual: sigue habiendo estatuas humanas (todas bien alineadas y algunas espectaculares), vendedores ambulantes (este año la moda era vender un juguete fluorescente y porculero que se lanzaba al aire y caía como un helicóptero), caricaturistas, kioscos, floristerías e incluso algún trilero. Lo que sí ha cambiado son los Encantes de Belcaire, que cada día se parecen más a un mercadillo convencional que a un sitio en el que encontrar cosas viejunas e interesantes. Y el tener tan cerca la torre Agbar -alias 'la polla de Barcelona'- se hace raro.

La Rambla infestada de gente.

El Aquàrium era un sitio nuevo para mi, y quería compararlo con los acuarios de Valencia (impresionante) y Donostia (más pequeño), y no me defraudó. Tiene un largo túnel de 80 metros en el oceanario que permite ver de cerca tiburones, mantas, peces luna y otros bichos. Lo que no me gustó es que mucha gente no respetara la prohibición de hacer fotos con flash, aunque el personal del Aquàrium tampoco se esforzaba mucho en hacer cumplir la norma. Esto concuerda con algo que se comenta de Barcelona desde hace tiempo, y es que se ha convertido en un gran parque de atracciones en el que el turista es el rey consentido. Me fui de la ciudad con algo de esa sensación.

El túnel del Aquàrium de Barcelona.

La tarde del 5 vi la cabalgata de los Reyes Magos. Hacía años que no veía una cabalgata y esta no me desagradó, ya que por su estilo también se hace vistosa para adultos. Por cierto, la encabezaba el gran Mag Lari, colaborador habitual de Buenafuente. Un detalle bastante feo fue ver a padres que ponían sus paragüas del revés para acaparar los caramelos lanzados desde las carrozas. Mal ejemplo para los críos. Algo que hacía tiempo que no visitaba era la Fira de Reis de la Gran Vía. Con la crisis había mucho visitante y poco comprador, pero a medianoche la cosa se animó por las compras de última hora.

Carroza de la Cavalcada de Reis. Fijaros en la esquina inferior derecha: cuando se acercaba una carroza los padres invertían sus paragüas...

Por último pegué un vistazo a la Sagrada Família, y sigue igual que siempre: inacabada, rodeada de grúas y turistas haciendo fotos y con dos estilos arquitectónicos muy distintos según a qué parte mires. Se entiende que por tiempo y presupuesto -principalmente- no puedan continuarla tal y como la diseñó Gaudí, pero la sensación que da es de un monumento hecho a retales. Un familiar me decía que lo nuevo es como de Star Wars, y razón no le falta.

La siempre inacabada Sagrada Família.

Si queréis ver más fotos de mi visita pinchad aquí y accederéis a una galería de Picasa.


Salu2, Paco.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Se lee entre líneas de que ya tenias ganas de hacer este viaje jejeje

Me alegro de que por fin hayas encontrado tiempo para hacerlo.


Por cierto, yo fui a la cavalgata en Almassorra ;) con mi sobrino y alli la gente hacia lo mismo de los paraguas, por no hablar de los que se acercaban a pedirles cosas.

¡Dame! ¡Dame! ¡Dame! ¡Dame! ¡Dame! ¡Dame! ¡Dame! ¡Dame! ¡Dame! ¡Dame!

No sé, m e daba mucha vergüenza. Si diesen casas lo entenderia, pero siendo caramelos de 5 € el kilo en mercadona....

PakoRock dijo...

Sí que tenía ganas, sí. Lo de las cabalgatas es lamentable, pero explica que luego los críos hagan animaladas en el cole: lo aprenden de sus padres...